Posicionamiento de (SMR) ante acuerdo entre EE.UU. y Panamá para la contención y deportación de personas migrantes

Posicionamiento de Scalabrinianas Misión con Migrantes y Refugiados (SMR)

Respuesta al acuerdo entre EE.UU. y Panamá para la contención y deportación de personas migrantes

Ciudad de México, 4 de julio de 2024 – Desde Scalabrinianas Misión con Migrantes y Refugiados (SMR) expresamos nuestra preocupación respecto al reciente acuerdo firmado entre Estados Unidos y Panamá para la implementación de un programa de vuelos de deportación. Este acuerdo, que forma parte de un esfuerzo más amplio financiado por el Departamento de Estado de EE.UU., busca reducir la migración irregular en la región, específicamente a través de la selva del Darién, por donde transitaron más de 520,000 migrantes en 2023.

 

Entendemos que los gobiernos consideran que cerrar la ruta del Darién es lo mejor para las personas migrantes, dado el número de muertes por ahogamientos, picaduras de animales y otros incidentes propios de la selva, además de las violencias ejercidas por parte de criminales. Sin embargo, es necesario expresar que estas situaciones no se pueden controlar completamente y mientras no se atiendan las diversas causas que originan la migración, las víctimas seguirán en aumento.

 

Violaciones de Derechos en la Región

 

Es fundamental recordar que, aunque se logre reducir el paso por el Darién, las personas migrantes continuarán viajando por rutas irregulares, enfrentando otros peligros y desafíos. 

 

En diversos países de la región hemos observado un aumento en las prácticas migratorias que implican barreras para el acceso al territorio, intimidación y amenazas, desalojos forzados, detenciones arbitrarias y deportaciones sin el debido proceso. Estas prácticas en países de paso de personas migrantes, vulneran los derechos humanos y no abordan las causas estructurales que obligan a emigrar. Estas medidas perpetúan las diferentes formas de violencia que hieren la dignidad de las personas en movilidad.

 

En México, la situación es alarmante, las personas migrantes y con necesidad de protección internacional enfrentan desalojos forzados de lugares de vivienda temporal, así como redadas en espacios públicos. 

 

En las zonas fronterizas del sur y norte del país las autoridades han llevado a cabo detenciones arbitrarias y deportaciones sin el debido proceso, vulnerando los derechos humanos de las personas migrantes. Antes de la deportación, muchas personas permanecen horas y a veces días en una Estación Migratoria donde el acceso a los servicios básicos es limitado.

 

Es imperativo que en todos los países las políticas y prácticas garanticen los derechos humanos y respeten los marcos internacionales en los principios de acceso a territorio y no devolución de personas con necesidad de protección internacional. Es fundamental garantizar el debido proceso a cada persona migrante irregular y a las que huyeron de su país para proteger su vida se asegure la no devolución, considerando que regresar al país de donde tuvo que huir significa regresar para morir.

 

Como países que nos declaran comprometidos con los derechos humanos, antes de cualquier repatriación o deportación, es imprescindible considerar las necesidades alimentarias y de salud de la persona migrante y si en su país de origen le garantizará los derechos fundamentales para responder a sus necesidades.  En esta consideración es importante tener presente que las mujeres, mujeres embarazadas, niños, niñas y adolescentes y personas con discapacidad suman muchas vulnerabilidades.

Como el fenómeno migratorio es continental, también las estrategias de respuestas a las necesidades de esta población deben ser continental. Todos y cada país debe comprometerse para garantizar la protección integral de la vida en los países de origen, tránsito, destino y retorno.

Para la dignidad y los derechos humanos no hay fronteras.

 

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