Vanessa Reyes Moreno, pasante de la Licenciatura en Enfermería, ha dedicado el último año de su formación a brindar cuidados a personas migrantes en Casa Mambré. Iniciando su pasantía en agosto del año pasado, Vanesa describe su experiencia como una transformación profunda tanto a nivel personal como profesional.
“La Vanessa que entró aquí es completamente distinta a la que está por salir”, reflexiona.
Durante su tiempo en Casa Mambré, Vanessa ha aprendido a valorar aspectos esenciales de la vida que antes daba por sentado. “Aprendes a apreciar tener un lugar seguro donde descansar,” señala. Muchos residentes de Casa Mambré llegan con niveles de estrés emocional elevados, buscando en el consultorio de Vanessa un espacio seguro para desahogarse. Ella ha abierto el consultorio de Casa Mambré para quienes necesitan un lugar tranquilo para llorar y reflexionar, lejos de las cámaras y el bullicio.
Vanessa también ha tomado conciencia de los privilegios de los que goza, como la alimentación y la privacidad, aspectos que los migrantes a menudo no tienen. “Muchos de ellos enfrentan condiciones económicas precarias y miedos constantes,” comenta. Esto le ha hecho más consciente y agradecida por lo que tiene.
En el aspecto profesional, Vanessa destaca la libertad y la responsabilidad que ha tenido en Casa Mambré, una experiencia muy distinta a la de los hospitales tradicionales. “En los hospitales hay mucha jerarquía, pero aquí he tenido la libertad de tomar decisiones cruciales,” explica. Esta autonomía le ha obligado a ser autodidacta, aprendiendo y resolviendo problemas con recursos limitados. “Me volví una persona mucho más independiente en la toma de decisiones,” añade.
Respecto a la salud de los residentes, Vanessa ha observado cambios significativos. Al llegar, muchos migrantes están visiblemente desnutridos y con infecciones comunes como pediculosis. “La mayoría llega con bajo peso, pero en pocas semanas, gracias a una nutrición adecuada y cuidados médicos, muestran una mejora notable,” afirma. Los niños, en particular, suelen recuperarse rápidamente, ganando peso y luciendo más felices.
Vanessa subraya la importancia de contar con personal médico en albergues como Casa Mambré. Los hospitales a menudo ponen trabas para atender a los migrantes, ya sea por falta de recursos o por discriminación. “Aquí, he podido brindar la atención necesaria a personas que de otro modo no tendrían acceso a servicios de salud,” explica.
La experiencia en Casa Mambré ha reafirmado en Vanessa la importancia de su vocación. “Creo que es vital que más profesionales y estudiantes del área médica consideren hacer voluntariado en albergues,” dice. La experiencia no solo enriquece sus habilidades profesionales, sino que también les da una nueva perspectiva sobre la vida y la importancia de su labor.