MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO PARA LA 110ª JORNADA MONDIAL DEL MIGRANTE E DEL REFUGIADO 2024

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO

PARA LA 110ª JORNADA MUNDIAL DEL MIGRANTE Y DEL REFUGIADO 2024
Domingo, 29 de septiembre de 2024
Dios camina con su pueblo

Queridos hermanos y hermanas,

El 29 de octubre de 2023 finalizó la primera Sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, donde profundizamos en la sinodalidad como vocación de la Iglesia. «La sinodalidad es el camino conjunto del Pueblo de Dios y diálogo fecundo de carismas y ministerios, al servicio del Reino» (Informe de Síntesis, Introducción). Este énfasis nos invita a redescubrir la naturaleza itinerante de la Iglesia, como pueblo de Dios en camino hacia el Reino de los Cielos (cf. Lumen gentium, 49).

El relato bíblico del Éxodo, que describe al pueblo de Israel en su camino hacia la tierra prometida, es evocador. Se puede ver en los emigrantes de nuestro tiempo, como en los de todas las épocas, una imagen viva del pueblo de Dios en camino hacia la patria eterna. Sus viajes nos recuerdan que «somos ciudadanos del cielo y esperamos ardientemente a nuestro Salvador, el Señor Jesucristo» (Flp 3,20). Al igual que el pueblo de Israel, los migrantes huyen de opresión, inseguridad y discriminación, enfrentándose a muchos obstáculos en su camino, como la sed, el hambre, el agotamiento y la desesperación.

La realidad fundamental de cada éxodo es que Dios acompaña y precede a su pueblo, en cualquier lugar y tiempo: «El Señor, tu Dios, te acompaña y no te abandonará» (Dt 31,6). Así como Dios guió al pueblo de Israel con la columna de nube y de fuego (cf. Ex 13,21), también acompaña a los migrantes en su travesía.

Muchos migrantes experimentan a Dios como compañero de viaje, buscando en Él consuelo y protección. Cuántas biblias, rosarios y libros de oración acompañan a los migrantes en sus caminos a través de desiertos, ríos y fronteras. Dios no solo camina con su pueblo, sino que también se identifica con los pobres y marginados, como prolongación del misterio de la Encarnación.

El encuentro con el migrante es también un encuentro con Cristo. Así nos lo dice Él mismo: “Cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo” (Mt 25,40). En cada encuentro a lo largo del camino, encontramos al Señor y la salvación, pues en cada persona necesitada está presente Jesús.

Queridos hermanos y hermanas, en esta Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, recemos por todos aquellos que han tenido que abandonar su tierra en busca de una vida digna. Unámonos a ellos en oración y caminemos juntos en sinodalidad, confiándolos a la intercesión de la Bienaventurada Virgen María, signo de esperanza y consuelo para el pueblo fiel de Dios.

Oración

Dios, Padre todopoderoso,
somos tu Iglesia peregrina
que camina hacia el Reino de los Cielos.
Cada uno de nosotros habita en su propia patria,
pero como si fuéramos extranjeros.
Vivimos aquí en la tierra,
pero tenemos nuestra ciudadanía en el cielo.
No permitas que nos convirtamos en amos
de la porción del mundo
que nos has dado como hogar temporal.
Ayúdanos a caminar siempre
junto a nuestros hermanos migrantes
hacia la morada eterna que has preparado.
Abre nuestros ojos y corazón
para que cada encuentro con los necesitados
sea también un encuentro con Jesús,
tu Hijo y nuestro Señor.
Amén.

Roma, San Juan de Letrán, 24 de mayo de 2024

FRANCISCO

[tomado del Mensaje original del Papa Francisco para la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado 2024]
Anterior
SMR: Inspiración y Mensaje del Papa Francisco en la 110ª Jornada del Migrante
Siguiente
Descarga los formatos esenciales para un alojamiento seguro y digno